lunes, 30 de agosto de 2010

Reflexion..

Una señora muy pobre telefoneó a un programa cristiano de radio pidiendo ayuda, pues no tenía nada que comer.



Un brujo del mal que por casualidad escuchaba el programa consiguió su dirección, llamó a sus secretarios y ordenó que compraran alimentos y los llevaran hacia la mujer, con la siguiente instrucción:

Cuando ella pregunte quien mandó estos alimentos, respondan que fue el DIABLO!!

Cuando llegaron a la casa, la mujer los recibió con alegría y fue inmediatamente guardando los alimentos que le llevaron los secretarios del brujo. Al ver que ella no preguntaba nada, ellos le preguntaron: ¿Señora no quiere saber quién le envió estas cosas? La mujer, en la simplicidad de la fe, respondió:

- No, hijito... No es preciso.

Cuando Dios manda, hasta el diablo obedece!